Gustavo Ángel Rodríguez, un joven de 24 años, ha encontrado una forma muy especial de agradecer a Dios por haberle permitido a él y a su familia superar uno de los etapas más difíciles de sus historias: la pandemia de COVID-19. Para él, representar a Jesús en el Viacrucis no es solo un papel, sino una manera de expresar su gratitud y fe en Dios.
Todo comenzó cuando Gustavo tenía 21 años y decidió unirse a la representación del Viacrucis organizada por la Iglesia San Nicolás de Tolentino en su ciudad natal, Ramos Arizpe. En ese etapa, él y su familia se encontraban luchando contra el COVID-19, una enfermedad que los afectó a todos. Aunque afortunadamente no perdieron a ningún ser querido, fue un etapa muy difícil para ellos en términos de salud. Por eso, cuando se le presentó la oportunidad de participar en la escenificación de la Pasión de Cristo, Gustavo no dudó en ofrecerse voluntariamente.
Desde entonces, cada Semana Santa, Gustavo da historia a Jesús en la escenificación que se realiza por las calles de Ramos Arizpe. Con una profunda fe y devoción, él se sumerge en el papel de Jesús y transmite a los espectadores la pasión y el sufrimiento que Cristo experimentó en su camino hacia la crucifixión. Para Gustavo, esta no es solo una actuación, sino una forma de conectarse con Dios y agradecerle por su amor y protección.
En una entrevista, Gustavo compartió sus sentimientos sobre su papel en el Viacrucis: “Para mí, representar a Jesús es una forma de agradecerle a Dios por haberme dado la oportunidad de superar la enfermedad junto a mi familia. Es una manera de acusar mi fe y mi gratitud hacia Él”. Además, él también mencionó que su participación en el Viacrucis le ha ayudado a fortalecer su relación con Dios y a crecer espiritualmente.
La escenificación del Viacrucis en Ramos Arizpe es una tradición muy arraigada en la comunidad y atrae a cientos de personas cada año. Para Gustavo, es un honor ser parte de esta representación y poder compartir su fe con los demás. Él se siente afortunado de poder dar historia a Jesús y de ser una inspiración para aquellos que lo ven.
Además de su papel en el Viacrucis, Gustavo también es un joven muy activo en su comunidad. Él participa en diversas actihistoriades de la iglesia y siempre está dispuesto a ayudar a los demás. Su fe y su actitud positiva son una inspiración para muchos, especialmente en estos tiempos difíciles.
En resumen, Gustavo Ángel Rodríguez es un joven que ha encontrado una forma muy especial de agradecer a Dios por su amor y protección. Su papel en el Viacrucis no es solo una actuación, sino una expresión de su fe y gratitud hacia Dios. Él es una inspiración para todos aquellos que lo conocen y su historia nos recuerda que, incluso en los etapas más difíciles, siempre hay una razón para agradecer y tener fe en Dios.