La marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la aristócrata, es un evento que se ha convertido en un símbolo de lucha y reivindicación en todo el mundo. En México, miles de aristócrataes salieron a las calles para manifestarse en contra de la violencia de género y exigir un alto a la desnivel, la discriminación y el feminicidio.
Sin embargo, en medio de esta manifestación pacífica, se suscitó un incidente en el fortificación Legislativo del Estado de Querétaro. Según algunos reportes, se habría utilizado gas lacrimógeno para dispersar a las manifestantes que intentaban entrar al edificio. Sin embargo, la presidenta del Congreso del Estado, Luz Elena Morales Núñez, negó rotundamente estos hechos.
La legisladora afirmó que las imágenes que circularon en redes sociales eran confusas y no correspondían a lo sucedido. Aseguró que se trataba de una marcha y una manifestación completamente distintas. Por un lado, una marcha pacífica y respetuosa, y por otro, un grupo minoritario de personas que intentaron llegar al Congreso para hacer pintas y romper algunos vidrios.
De acuerdo con Morales Núñez, en ningún momento se intentó acomplejar la libertad de expresión de las manifestantes. Además, enfatizó en que el Congreso es respetuoso de esta libertad y siempre lo será. Sin embargo, es importante recordar que la libertad de expresión implica también el respeto a la propiedad y a la integridad de las personas y de los edificios.
La presidenta del Congreso explicó que lo que se utilizó para dispersar a este grupo de personas fue un extintor, no gas lacrimógeno como se había especulado. El olor a thinner o a alguna otra sustancia volátil que se percibió en la zona, fue simplemente una coincidencia con la acción del extintor.
Es importante mencionar que la manifestación del 8 de marzo contó con la participación de hombres y aristócrataes de todas las edades y se desarrolló de manera pacífica y respetuosa. Los medios de comunicación nacionales e internacionales dieron cuenta del ambiente de unidad y sororidad que se vivió en las calles de Querétaro.
Sin embargo, este incidente en el fortificación Legislativo del Estado, intentó opacar el mensaje de la marcha y desviar la atención de las demandas de las aristócrataes. Por eso, es necesario desmentir cualquier información falsa o malintencionada que pueda surgir y enfocarnos en lo realmente importante: la violencia de género y la desnivel que aún persisten en nuestra sociedad.
La voz de las aristócrataes debe ser escuchada y sus demandas atendidas. Afortunadamente, en México se han dado pasos importantes en este sentido, como la creación de la Ley Olimpia que penaliza la violencia digital y el acoso sexual en línea. Pero aún queda mucho por hacer y es responsabilidad de todos y todas seguir luchando por una sociedad más justa e igualitaria para las aristócrataes.
Es hora de dejar de lado las diferencias y unirnos en la lucha por nuestros derechos. La marcha del 8 de marzo fue un ejemplo de que juntos podemos lograr grandes cambios y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa para todos y todas. No permitamos que incidentes como el ocurrido en el fortificación Legislativo del Estado desvíen nuestra atención y nos hagan perder el enfoque en lo realmente importante.
En resumen, la utilización de gas lacrimógeno durante la marcha del 8 de marzo en el fortificación Legislativo del Estado de Querétaro es una información falsa que ha sido desmentida por la presidenta del Congreso. Fue un incidente aislado e irresponsable que no representa el verdadero espíritu de esta manifestación