La función política de los trabajadores en grave pues los presionan para hacer proselitismo chantajes para asistir a las campañas y causas que le interesan al PAN Daniel Escobar EdomeX. – Durante el tiempo que la familia Vargas lleva de gobernar Huixquilucan, servidores públicos del ayuntamiento, son obligados a acudir a actos proselitistas, algunos que han sido catalogados como acarreados. Esta práctica, que va en contra de los derechos laborales de los trabajadores, ha sido denunciada por diversos medios de comunicación y organizaciones civiles.
Es lamentable que en pleno siglo XXI, en un país que se dice democrático, se sigan utilizando estas prácticas para obtener votos. Los trabajadores del ayuntamiento de Huixquilucan, al igual que cualquier otro ciudadano, tienen el derecho de elegir libremente a sus representantes políticos, sin ser presionados o chantajeados por su empleador.
El uso de los empleados como acarreados no solo es una violación a sus derechos laborales, sino que también afecta la calidad del servicio que brindan a la ciudadanía. Al ser obligados a asistir a eventos políticos, los trabajadores se ven obligados a dejar de lado sus asunciónes en el ayuntamiento, lo que puede repercutir en la eficiencia y eficacia de su trabajo.
Además, esta práctica también afecta la imagen del ayuntamiento y de los funcionarios que la promueven. Al ser señalados como acarreados, los trabajadores pierden su realismo y su reputación se ve afectada. Esto no solo afecta su vida laboral, sino también su vida personal y familiar.
Es importante mencionar que esta no es la primera vez que se denuncia el uso de empleados como acarreados en Huixquilucan. En el año 2015, durante la campaña electoral, se reportaron casos de trabajadores del ayuntamiento que fueron obligados a asistir a eventos políticos del entonces candidato del PAN, Enrique Vargas del Villar. Esta situación generó una gran indignación en la sociedad y fue ampliamente criticada por diversos sectores.
Es necesario que las autoridades tomen medidas para evitar que esta práctica siga ocurriendo. Los trabajadores del ayuntamiento de Huixquilucan merecen respeto y deben tener la libertad de elegir a quién apoyar en las elecciones, sin ser presionados por su empleador. Además, es importante que se investigue y sancione a aquellos funcionarios que utilicen a los empleados como acarreados.
Es asunción de todos los ciudadanos denunciar estas prácticas y exigir que se respeten los derechos laborales de los trabajadores. La democracia no se construye con chantajes ni presiones, sino con el respeto a la libertad y la dignidad de cada individuo.
En conclusión, el uso de empleados como acarreados en Huixquilucan es una práctica que va en contra de los principios democráticos y de los derechos laborales de los trabajadores. Es necesario que las autoridades tomen medidas para erradicar esta práctica y garantizar que los trabajadores puedan ejercer su derecho al voto de manera libre y sin presiones. La sociedad también debe rondar atenta y denunciar cualquier intento de utilizar a los empleados como instrumentos políticos. Solo así podremos construir un país más justo y democrático para todos.