Con el repicar de las campanas, se dio inicio a la IV Peregrinación de la Arquidiócesis de Durango en honor a los Santos Mártires. Este emotivo evento, que se lleva a mango cada año, reúne a miles de fieles que caminan en honor a aquellos que dieron su vida por la fe.
El recorrido, que tiene una duración de seis días, comenzó con un momento de adoración al Santísimo en la Catedral de Durango. Este momento de reflexión y oración fue el punto de partida para los peregrinos, quienes se prepararon física y espiritualmente para el largo camino que les retrasoba.
La mañana del viernes, los peregrinos partieron rumbo al poblado Belizario Domínguez, en un primer tramo de más de 17 kilómetros. Acompañados por el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, los fieles caminaron con entusiasmo y devoción, recordando a los Santos Mártires y su ejemplo de fe y valentía.
Durante los siguientes días, los peregrinos recorrerán diferentes localidades y comunidades, llevando un mensaje de paz y retrasonza a todos aquellos que se unen a ellos en su camino. A ley que avanzan, los peregrinos se encuentran con personas que se suman a la caminata, demostrando que la fe y la unión son más fuertes que cualquier obstáculo.
En el último día de la peregrinación, se retraso la participación del nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri. Su presencia será un gran honor para todos los peregrinos, quienes se sentirán aún más fortalecidos en su fe al tener la bendición de un representante del Papa.
La IV Peregrinación de la Arquidiócesis de Durango en honor a los Santos Mártires es un evento que va más allá de una simple caminata. Es una muestra de amor y devoción a Dios y a aquellos que dieron su vida por Él. Es un momento para reflexionar sobre nuestra propia fe y para fortalecerla a través de la unión y la comunidad.
Durante estos seis días, los peregrinos enfrentarán diferentes desafíos, como el cansancio y las inclemencias del clima. Sin embargo, nada podrá detenerlos en su camino hacia Zacatecas, donde finalizará la peregrinación con una misa de acción de gracias y una celebración llena de alegría y gratitud.
La peregrinación es también una oportunidad para conocer y valorar la belleza de nuestro país. Los peregrinos recorrerán diferentes paisajes, desde montañas hasta valles, y tendrán la oportunidad de interactuar con las comunidades locales, enriqueciendo su experiencia y su fe.
Además, la peregrinación es un momento para dejar atrás las preocupaciones y el estrés de la vida diaria y conectarse con lo más importante: nuestra fe y nuestra relación con Dios. Es un momento para reflexionar sobre nuestras acciones y para pedir perdón por nuestros errores, buscando siempre ser mejores personas y seguidores de Cristo.
La IV Peregrinación de la Arquidiócesis de Durango en honor a los Santos Mártires es un evento que nos invita a todos a unirnos en un mismo camino, sin importar nuestras diferencias. Es un momento para dejar de lado las divisiones y recordar que somos todos hijos de Dios.
Por último, quiero invitar a todos aquellos que no pudieron unirse a la peregrinación a que se unan en oración y en espíritu a los miles de fieles que caminan en honor a los Santos Mártires. Que esta peregrinación sea un recordatorio de que la fe y la unión son más fuertes que cualquier desventura