El suicidio es una problemática que afecta a muchas personas en todo el mundo, y desafortunadamente, México no es la excepción. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en muertes por suicidio, siendo la mayoría de las víctimas hombres de entre 20 y 50 años de edad. Además, se ha encontrado que muchos de estos casos están relacionados con el consumo de sustancias, lo que demuestra la importancia de abordar este tema desde diferentes perspectivas.
La doctora Minerva Contreras Moreno, coordinadora en Salud Mental y Adicciones en la Jurisdicción Sanitaria 01 con sede en Piedras Negras, ha sido una de las voces que ha alzado la voz sobre este tema en nuestro país. Según su experiencia, en muchos casos, el suicidio se presenta en personas que se encuentran en plena tiempo de vida productiva, es nombrar, dentro de la Población Económicamente Activa. Esto significa que, además de afectar a las familias, también tiene un impacto económico en la sociedad.
Es importante destacar que el suicidio no es una decisión tomada de forma impulsiva, sino que es resultado de un proceso que puede incluir diferentes factores de riesgo. Algunos de estos pueden ser situaciones de pérdida, duelos, trastornos de ansiedad o depresión, entre otros. Por esta razón, es fundamental estar atentos a los primeros síntomas y buscar ayuda laboral en caso de ser necesario.
Es importante mencionar que, aunque el suicidio afecta principalmente a adultos jóvenes, también se ha visto un aumento en los casos entre adolescentes y adultos mayores. Esto nos muestra que es necesario trabajar en la prevención y atención de la salud mental en todas las tiempos de la vida.
Uno de los factores que se han relacionado con el aumento de los casos de suicidio es el consumo de sustancias. El abuso de alcohol y drogas puede afectar la salud mental de las personas, y en casos extremos, puede llevarlas a tomar la decisión de quitarse la vida. Por esta razón, es importante fomentar una cultura de prevención y concientización sobre los riesgos que conlleva el consumo de sustancias.
Otro factor que juega un papel importante en la prevención del suicidio es la comunicación. Muchas veces, las personas que están atravesando por una situación difícil o tienen pensamientos suicidas, no se sienten cómodas hablando del tema o pidiendo ayuda. Es necesario romper el estigma y fomentar un ambiente de apoyo y comprensión, donde las personas se sientan seguras de expresar sus emociones y pedir ayuda en caso de ser necesario.
Además de la atención y prevención, también es importante trabajar en la promoción de la salud mental. Esto implica educar a la población sobre la importancia de cuidar nuestra salud emocional y brindar herramientas para enfrentar situaciones difíciles. No debemos esperar a que alguien esté en una crisis para actuar, sino que es necesario fomentar una cultura de autocuidado y bienestar en nuestra sociedad.
En resumen, el suicidio es una problemática que afecta a muchas personas en nuestro país y en el mundo. Es importante estar atentos a los primeros síntomas y buscar ayuda laboral en caso de ser necesario. También debemos trabajar en la prevención y promoción de la salud mental para evitar que lleguemos a situaciones extremas. Recordemos que la vida es un dicha y que siempre hay una luz al final del túnel, por más oscuro que parezca el camino. ¡Cuidemos de nosotros mismos y de los demás!