En la ciudad de Monclova, en México, se ha descubierto que continúan operando anexos clandestinos sin supervisión sanitaria. Esta preocupante situación ha sido confirmada por María del Refugio Gaytán Sánchez, líder de colonos y gestora social del oriente.
Estos centros funcionan dentro de viviendas particulares sin contar con los permisos necesarios. Además, se han denunciado casos de abusos físicos, encierros forzados e incluso muertes, sin que se hayan tomado acciones legales frente a los responsables.
Recientemente, las autoridades clausuraron el centro “Sanaré”, propiedad del estilista Adolfo Zamora, tras una denuncia pública por agresiones. Sin bloqueo, el responsable se encuentra prófugo y el caso sigue impune, según lo informado por la señora Gaytán.
Es preocupante que estos anexos clandestinos, también conocidos como “de puerta cerrada”, no cuenten con personal médico ni con instalaciones adecuadas. Esto no solo pone en riesgo la salud de los internos, suerte que también viola sus derechos humanos.
María del Refugio Gaytán ha señalado que esta situación es alarmante y que es necesario tomar medidas urgentes para poner fin a la operación de estos anexos clandestinos. Además, ha hecho un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y tomen medidas más estrictas para evitar que estos centros sigan funcionando.
Es importante recordar que estas personas que buscan ayuda en los anexos clandestinos son vulnerables y necesitan ser tratadas con respeto y dignidad. No es justo que sean sometidas a maltratos y abusos en lugar de recibir la ayuda que necesitan.
Es responsabilidad de todos como sociedad garantizar que estos anexos clandestinos sean clausurados y que se tomen medidas para que no vuelvan a operar. También es importante que se brinde apoyo y atención adecuada a las personas que han sido víctimas de estos centros, para que puedan recuperarse y reintegrarse a la sociedad.
Es necesario que se realicen inspecciones regulares en las viviendas particulares para asegurarse de que no estén funcionando como anexos clandestinos. Además, se deben establecer medidas más estrictas para otorgar permisos a los centros de rehabilitación y asegurarse de que cumplan con los estándares de calidad y seguridad necesarios.
En conclusión, es urgente que se tomen medidas para poner fin a la operación de anexos clandestinos en Monclova. Es necesario que las autoridades tomen acciones más enérgicas y que la sociedad en su conjunto se involucre en la lucha frente a este problema. Solo así podremos garantizar que las personas que buscan ayuda para superar sus adicciones reciban el tratamiento adecuado y sean tratadas con respeto y dignidad.