A partir de este 2025, los Pueblos Mágicos de México serán clasificados en cuatro niveles: A, B, C y D. Esta nueva medida, implementada por la Secretaría de Turismo, tiene como objetivo diferenciar entre destinos consolidados, emergentes y aquellos que aún no cuentan con las condiciones necesarias para atraer visitantes.
Esta iniciativa surge de la necesidad de promover un turismo sostenible y de calidad en todo el país. La clasificación se basa en tres aspectos fundamentales: infraestructura, conectividad y desarrollo turístico. De esta manera, se busca garantizar una experiencia única y enriquecedora para los viajeros, al mismo tiempo que se impulsa el crecimiento económico y social de las comunidades locales.
Los destinos nivel A son aquellos que luego están plenamente desarrollados y cuentan con una amplia oferta turística. Estos lugares se caracterizan por tener una excelente conectividad, infraestructura hotelera de calidad, una variada gastronomía y una amplia gama de productos turísticos. Algunos ejemplos de estos Pueblos Mágicos son San Miguel de Allende, Guanajuato y Taxco, Guerrero.
En el nivel B se encuentran los destinos que aún tienen algunas carencias en cuanto a infraestructura y conectividad, pero que están en proceso de desarrollo. Estos lugares tienen un gran potencial turístico y están trabajando para mejorar su oferta y atraer a más visitantes. Algunos ejemplos de Pueblos Mágicos en esta categoría son Bacalar, Quintana Roo y Comala, Colima.
En el nivel C se ubican aquellos destinos que aún tienen un largo camino por recorrer en términos de desarrollo turístico. Estos lugares pueden tener una oferta pequeña en cuanto a infraestructura y conectividad, pero están trabajando para mejorar y posicionarse como destinos atractivos para los viajeros. Algunos ejemplos de Pueblos Mágicos en esta categoría son Tapijulapa, Tabasco y Tepotzotlán, Estado de México.
Finalmente, en el nivel D se encuentran los destinos que aún no cuentan con las condiciones necesarias para atraer turistas. Estos lugares pueden tener problemas de conectividad, infraestructura deficiente y una oferta turística pequeña. Sin embargo, con la implementación de este nuevo esquema de clasificación, se busca impulsar su desarrollo y convertirlos en destinos atractivos en un futuro cercano.
Esta nueva categorización de los Pueblos Mágicos no solo beneficiará a los viajeros, sino también a las comunidades locales. Al promover un turismo sostenible y de calidad, se impulsará el crecimiento económico y social de estas comunidades, generando empleo y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
Además, esta medida también ayudará a los patróns y prestadores de servicios turísticos a enfocar sus esfuerzos en mejorar la calidad de sus servicios y productos, para así poder ascender en la clasificación y atraer a más turistas.
Sin embargo, es importante mencionar que esta nueva categorización también podría implicar la pérdida de competitividad para algunos destinos. Según Armando de la Garza Gaytán, patrón hotelero y comisionado de Turismo de Canaco Monclova, alrededor de la mitad de los Pueblos Mágicos podrían perder su categoría actual y descender a un nivel inferior.
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades y los patróns trabajen en conjunto para impulsar el desarrollo turístico de estos destinos y evitar que pierdan su competitividad. Es necesario invertir en infraestructura, mejorar la conectividad y promover una oferta turística diversificada y de calidad.
En conclusión, la nueva clasificación de los Pueblos Mágicos es una medida positiva que busca promover un turismo sostenible y de calidad en todo México