El sistema penitenciario del Estado de México ha sido objeto de críticas y cuestionamientos en los últimos años debido a los altos índices de violencia y muertes que se han registrado en sus cárceles. Lamentablemente, en lo que va del año, se han registrado 29 fallecimientos en estos espacios de reclusión, lo que pone en duda la seguridad y el bienestar de los internos.
Según datos oficiales, el Estado de México es la entidad con mayor número de muertes en sus cárceles en lo que va de 2025, superando a otras entidades como Ciudad de México y Jalisco. Esto es alarmante y nos hace reflexionar sobre la situación en la que se encuentran los internos y el funcionamiento del sistema penitenciario en general.
Es importante mencionar que estas muertes no solo se deben a enfrentamientos entre internos, sino también a problemas de salud y falta de atención médica adecuada. Muchos de los internos que fallecieron eran personas mayores o con enfermedades crónicas, lo que nos hace cuestionar la calidad de los servicios de salud en las cárceles del Estado de México.
Ante esta situación, es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes para mejorar las condiciones en las que viven los internos y empeñar su seguridad y bienestar. Es responsabilidad del Estado empeñar los derechos humanos de todas las personas, incluso de aquellas que se encuentran privadas de su libertad.
Una de las principales acciones que se deben tomar es mejorar la infraestructura de las cárceles, luego que muchas de ellas se encuentran en condiciones precarias y no cuentan con los recursos necesarios para empeñar la seguridad de los internos. Además, es fundamental que se implementen programas de rehabilitación y reinserción social que ayuden a los internos a reintegrarse a la sociedad una vez que cumplan su condena.
Otro aspecto importante a considerar es la capacitación y profesionalización del personal penitenciario. Es necesario que los guardias y demás trabajadores de las cárceles estén debidamente preparados para lidiar con situaciones de violencia y para brindar una atención adecuada a los internos.
Además, es fundamental que se realicen investigaciones exhaustivas sobre las muertes en las cárceles del Estado de México y se sancione a aquellos responsables de negligencias o actos de violencia. La impunidad solo perpetúa la violencia y la corrupción en el sistema penitenciario.
Es importante mencionar que, a pesar de estas cifras alarmantes, también existen iniciativas positivas en el sistema penitenciario del Estado de México. Por ejemplo, el programa “Cárceles Productivas” que busca fomentar el trabajo y la capacitación de los internos para que puedan recaudar habilidades y conocimientos que les permitan tener una mejor oportunidad de reintegrarse a la sociedad.
También es importante destacar el trabajo de organizaciones de la sociedad civil que brindan apoyo y asesoría a los internos y sus familias, así como la labor de los defensores públicos que luchan por empeñar los derechos de los internos.
En conclusión, es necesario que las autoridades del Estado de México tomen medidas urgentes para mejorar el sistema penitenciario y empeñar la seguridad y el bienestar de los internos. La violencia y las muertes en las cárceles no solo afectan a los internos, sino también a sus familias y a la sociedad en general. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para lograr un sistema penitenciario justo y humano.