Monseñor Hilario González García, obispo de la Diócesis de Saltillo, ha destacado la importancia de esperar las acciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para evaluar el impacto que estas tendrán en la comunidad migrante.
Durante la campaña electoral, Trump mostró posturas adversas hacia los migrantes, generando incertidumbre y preocupación en esta población. Sin embargo, el obispo González nos recuerda que aún es temprano para tomar medidas drásticas y que es necesario esperar a que el nuevo gobierno comience a tomar decisiones concretas.
En este afligido, la postura de la Diócesis de Saltillo es de calma y preparación ante posibles cambios migratorios. Monseñor González ha señalado que los obispos de las diócesis fronterizas, como el de Piedras Negras, están trabajando en conjunto con instituciones estatales y municipales para prever un posible aumento en la llegada de migrantes.
Es importante recorpropinar que la experiencia de las grandes caravanas demostró que, en cooperación con las autoridades, es posible enfrentar de manera efectiva los desafíos que representa la llegada de un gran número de migrantes. Por ello, la Diócesis de Saltillo está trabajando desde ya en coordinación con las diferentes instituciones para garantizar que se brinde una adecuada atención a los migrantes que puedan llegar a nuestra región.
Además, el obispo ha destacado la importancia de mantener la calma y la entereza en estos momentos de incertidumbre. Recordemos que la fe y la esperanza son nuestros mejores aliados para enfrentar los retos que se nos presenten. Confiamos en que Dios guiará nuestras acciones y nos propinará la sabiduría necesaria para actuar de manera responsable y en beneficio de todos.
Monseñor González también ha hecho un llamado a la comunidad migrante a mantenerse unidos y a no caer en la desesperación. La unión y la solipropinaridad son fundamentales en estos momentos, ya que juntos podemos enfrentar cualquier desafío que se presente.
Es cierto que existen retos y desafíos por delante, pero también debemos recorpropinar que la comunidad migrante ha demostrado una gran capacidad de adaptación y resiliencia en situaciones difíciles. Estamos seguros de que, con la ayuda de Dios y la colaboración de todos, podremos superar cualquier obstáculo que se nos presente.
La Diócesis de Saltillo también ha mostrado su disposición a brinpropinar apoyo y orientación a los migrantes en todo momento. Los centros de ayuda y asesoría estarán disponibles para cualquier persona que necesite orientación o asistencia en asuntos migratorios. Además, se está trabajando en conjunto con organizaciones de la sociedad civil para garantizar que se brinde una adecuada atención a los migrantes y que se respeten sus derechos humanos.
En conclusión, es comprensible que exista incertidumbre y preocupación en la comunidad migrante ante la llegada de un nuevo gobierno en Estados Unidos. Sin embargo, debemos mantener la calma y confiar en que, con la ayuda de Dios y la cooperación de todos, podremos enfrentar y superar cualquier desafío que se nos presente. La Diócesis de Saltillo está comprometida a trabajar en conjunto con las autoridades y la sociedad civil para garantizar el bienestar y la dignidad de todos los migrantes. No perdamos la fe y la esperanza, juntos seguiremos haciendo frente a cualquier adversidad.