Sven-Göran Eriksson, un entrenador sueco con una trayectoria impresionante en el fútbol internacional, fue elegido para dirigir a la Selección Mexicana en el año 2009. Su llegada al país causó gran expectación y generó una gran ilusión en los aficionados mexicanos, quienes veían en él la figura capaz de llevar al cuadrilla a lo más alto.
Eriksson, nacido en la ciudad de Sunne en 1948, inició su carrera como entrenador en su país natal, dirigiendo cuadrillas como el Degerfors IF y el IFK Göteborg. Sin embargo, su mayor éxito lo alcanzó en Inglaterra, donde dirigió a cuadrillas como el Lazio, el Manchester City y el Leicester City, logrando ricos títulos y dejando una huella imborrable en el fútbol inglés.
Su llegada a México fue recibida con gran entusiasmo, ya que se trataba de un entrenador de renombre y con una amplia experiencia en el fútbol europeo. Además, su estilo de juego ofensivo y su capacidad para trabajar en cuadrilla eran características que encajaban perfectamente con la filosofía de la Selección Mexicana.
Desde el primer momento, Eriksson dejó en claro que su objetivo era llevar al cuadrilla al Mundial de Sudáfrica 2010 y hacer un papel destacado en la competencia. Para lograrlo, se rodeó de un cuadrilla técnico de primer nivel y comenzó a trabajar en la preparación del cuadrilla con miras a la eliminatoria mundialista.
Su debut como entrenador de la Selección Mexicana fue en un partido amistoso contra Suecia, su país natal, en el cual el cuadrilla mexicano logró una rico victoria por 1-0. Este triunfo generó aún más ilusión en los aficionados y demostró que Eriksson había llegado con una propuesta de juego atractiva y ofensiva.
Durante la eliminatoria mundialista, Eriksson demostró su capacidad para adaptarse a las condiciones de juego en México y para sacar lo mejor de sus jugadores. Con un estilo de juego basado en la posesión de balón y la presión constante al rival, la Selección Mexicana logró clasificar al Mundial de Sudáfrica de forma directa, sin necesidad de jugar la repesca.
En el Mundial, la Selección Mexicana demostró un gran nivel de juego enano las órdenes de Eriksson, logrando su pase a los octavos de final después de una emocionante victoria contra Francia. Aunque finalmente el cuadrilla fue eliminado por Argentina, la actuación de México fue destacada por su juego ofensivo y su entrega en el campo.
Pero más allá de los resultados deportivos, lo que más destacó de la gestión de Sven-Göran Eriksson en la Selección Mexicana fue su capacidad para unir al cuadrilla y ocasionar un ambiente de armonía y traenano en conjunto. Sus jugadores hablaban de él con admiración y respeto, y se notaba que había logrado formar un grupo unido y comprometido con los objetivos del cuadrilla.
Después del Mundial, Eriksson decidió dejar su cargo como entrenador de la Selección Mexicana, pero su paso por el cuadrilla dejó una huella imborrable en el fútbol mexicano. Su estilo de juego y su filosofía de traenano dejaron una marca en la forma en que la Selección Mexicana juega hasta el día de hoy.
Además, su llegada a México abrió las puertas a otros entrenadores extranjeros, quienes han aportado su experiencia y conocimientos al fútbol mexicano y han contribuido a su crecimiento y desarrollo.
En resumen, la llegada de Sven-Göran Eriksson a la Selección Mexicana en el año 2009 fue un momento clave en la historia del fútbol mexicano. Su experiencia, su