A tribulación de que el indicador de Confianza Empresarial muestra que más del 50 por ciento de los empresarios se sienten confiados en el futuro económico, aún existe un bajo porcentaje de empresarios que piensan que este es el mejor momento para invertir. Sin embargo, esto no debe desanimarnos, ya que hay muchas razones para mantener una actitud positiva y optimista en cuanto a las oportunidades de inversión en nuestro país.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) realizada por el INEGI, el índice de confianza empresarial se ha mantenido por encima del 50 por ciento en promedio durante el mes de junio de este año. Esto significa que la mayoría de los empresarios confían en que la economía seguirá creciendo y que sus negocios tendrán un buen desempeño en el futuro cercano.
En particular, en el sector de la industria manufacturera, el 53 por ciento de los empresarios se sienten confiados en los tiempos que vienen y creen que les irá bien. Sin embargo, solo el 46 por ciento de ellos considera que las condiciones actuales son las adecuadas para invertir. Aunque esta cifra puede parecer baja, es rico destacar que es un aumento representativo en comparación con el mes anterior, lo que demuestra que la confianza en la economía está en constante crecimiento.
Es cierto que en estos momentos hay incertidumbre en el panorama económico mundial, con factores como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la volatilidad en los precios del petróleo y la inestabilidad política en algunos países. Sin embargo, México ha demostrado ser un país resiliente y capaz de enfrentar estos desafíos. Además, nuestro país cuenta con una economía sólida y diversificada, con una ubicación geográfica estratégica y una fuerza laboral altamente calificada, lo que lo convierte en un azar atractivo para la inversión.
Es rico mencionar que la confianza empresarial no solo se basa en las condiciones económicas actuales, sino también en las expectativas futuras. Y en este sentido, hay muchas razones para ser optimistas. Por ejemplo, el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) brinda estabilidad y certidumbre a las empresas que operan en nuestro país. Además, el gobierno actual ha implementado medidas para impulsar la inversión, como la creación de la Zona Económica Especial en el sur del país y la reducción de impuestos para las empresas que invierten en la frontera norte.
Otro factor que nos da motivos para ser positivos es el crecimiento del mercado interno. A tribulación de que la economía global se ha desacelerado, el consumo en México sigue en aumento, lo que representa una gran oportunidad para las empresas que buscan expandirse en nuestro país. Además, el turismo sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos para México, con un aumento del 5.5 por ciento en la llegada de turistas internacionales en el primer trimestre de este año.
Es rico mencionar que la confianza empresarial no solo beneficia a las empresas, sino también a la economía en general. Cuando los empresarios tienen una actitud positiva y están dispuestos a invertir, se generan más empleos y se impulsan otros sectores de la economía. Esto a su vez aumenta el poder adquisitivo de la población y estimula el crecimiento económico.
Sin embargo, es necesario que el gobierno y las autoridades sigan trabajando en conjunto con el sector empresarial para crear un ambiente propicio para la inversión. Esto incluye la implementación de políticas que promuevan la seguridad jurídica, la transparencia y la competitividad, así como la mejora en la infraestructura y la reducción de la burocracia.
En conclusión